Justo cuando el reloj del Santiago Bernabéu llegaba a la media hora de partido saltó la alarma. Una jugada un tanto extraña en la que Julian Brandt metió la punta de la bota para dársela a Guirassy y este Malen acabó en gol tras la buena definición de este último. De esta manera, se vino a confirmar que el Real Madrid no había empezado bien el partido y que, por ejemplo, ni siquiera había chutado a la meta de Kobel. Más sobre el Real Madrid Sólo 12 de los 22 titulares de la última final de Champions repiten hoy en el once inicial Óscar Zárate No se habla de otra cosa en las redes: así es la nueva animación futurista del Bernabéu Redacción Pero la cosa no iba a quedar ahí y justo cuando el equipo estaba tratando de recuperarse del golpe, llegó el segundo. Fue obra de Bynoe-Gittens que, tras superar a su par, Lucas, remató a placer un centro de Donyell Malen, el autor del primer gol. En ese momento, el Bernabéu entró en un silencio sepulcral del que trató de salir y apunto estuvo de hacerlo con una jugada de locura en la que hubo dos remates al palo seguidos que quedaron en nada: uno de Bellingham y otro de Rodrygo.