La UEFA vendió una revolución con el nuevo formato de la Champions League a partir de esta temporada 2024/2025. El máximo organismo europeo dijo adiós a los grupos de cuatro equipos antes de los cruces directos, amplió el abanico de participantes en cuatro más y decidió organizar una enrevesada liga conjunta en la que cada equipo jugaría ocho partidos en una fase inicial. El objetivo era pelear contra los partidos menos atractivos y aumentar la competitividad de la competición. La amenaza de la Superliga, que sigue sin ver la luz por el momento, empujó a la UEFA a poner en marcha este nuevo formato que tanto confundió a los aficionados, pero ni mucho menos ha conseguido el efecto deseado. El sorteo en sí levantó muchas suspicacias por la manera de llevarse a cabo. En este caso se mezclaron las tradicionales bolas con los nombres de los equipos dentro, con la tecnología. Gianluigi Buffon abrió los bombos, y Cristiano Ronaldo, pulsando un botón, hizo el resto para definir los rivales de cada uno de los clubes. Enfrentamientos de los equipos españoles en la fase de liga de la Champions League 2024-25 José Ramón Pérez / Arte EE. Un acto de fe, al fin y al cabo, tanto para los hinchas como para los propios clubes. En teoría, un ordenador asignaba automáticamente y por azar, siguiendo la norma de emparejar a dos rivales por cada uno de los bombos, el calendario de cada uno de los conjuntos en esta primera fase de la nueva Champions. Una manera de proceder demasiado opaca que deja casi en ridículo la conspiración sobre las ‘bolas calientes’. El resultado de todo esto son más partidos para sacar más dinero a través de la televisión, pero muchos de ellos con menos aliciente que el que ofrecía el formato anterior. Mucho ruido y pocos aspectos buenos deja este sorteo de la nueva Champions League, cuyo calendario no se conocerá hasta dos días después. Cristiano Ronaldo, junto a Ceferin en el sorteo de la Champions League. REUTERS Sin embargo, lo que sí se conoce son las fechas en las que se disputarán las jornadas. Otra novedad, ya que por primera vez, la Champions se disputará partidos los jueves. Además, debido al formato liga, la última jornada se disputará de manera unificada el 29 de enero de 2025. Mes que estrena presencia en la máxima competición de clubes. Se acabó el tradicional parón invernal de diciembre hasta febrero. Cuando acabe esta primera ronda se habrán disputado 144 partidos para eliminar a 12 de los 36 equipos participantes, cuatro más que bajo el antiguo formato. Restarían 24 clubes, de los cuales, los clasificados del 9º al 24º en la liguilla deberán disputar una eliminatoria para arribar en octavos de final, donde espearán los ocho primeros de la clasificación. Formato difícil y sorteo opaco La Champions League ya nunca volverá a ser lo mismo. Después de años con el mismo formato, en el que tanto los clubes como los aficionados tenían las cosas muy claras sobre su funcionamiento, el nuevo modelo de la competición levantó muchas suspicacias desde que se dio a conocer hace ya tiempo. La llegada de la liga conjunta con 36 clubes, cuatro más de los que venían compitiendo hasta ahora, cambió el panorama de manera radical y desorientó a todos los actores del fútbol. Los primeros, los aficionados. La UEFA ha puesto mucho empeño en explicar el nuevo formato, pero la confusión entre el gran público sigue reinando y muchos aún no entienden bien cómo funciona ahora la Champions League. [Cuánto dinero recibe cada equipo en la nueva Champions: así es el reparto económico] Quizás sea cuestión de tiempo acostumbrarse, pero esta nueva forma de competir por el momento no ha caído especialmente bien. El hecho de que cada equipo tenga que jugar contra otros ocho, cuatro partidos en casa y otros cuatro fuera, y de ahí salga una clasificación conjunta para ver quién pasa a los octavos de final, complica la comprensión de cualquiera. Lo adecuado es facilitar al público el seguimiento del espectáculo que va a presenciar, pero la confusión es la tónica general que marcará el inicio de esta nueva Champions League. Un instante del sorteo de la nueva Champions League, con los cuadrantes al fondo. REUTERS Además, la forma en la que se realizó el sorteo del calendario de cada equipo generó todavía más suspicacias. Si habitualmente había descontento por lo dispar de los emparejamientos de cada equipo en la fase de grupos, ahora la incredulidad ha crecido por este nuevo sorteo automatizado. La UEFA puso a Cristiano Ronaldo a formar parte de su espectáculo dándole a un botón. Con esta acción se configuraba el calendario de cada uno de los equipos, sin duda un acto de fe para los más incrédulos. Más partidos y menos espectáculo La principal meta de la UEFA con este nuevo formato de competición era la de luchar contra esos partidos de la fase de grupos que resultaban más tediosos. En busca de un producto mucho más atractivo, dio un giro radical al formato pero añadió cuatro equipos más a la competición. El resultado de todo esto va a ser precisamente el contrario. Habrá más equipos, es cierto, pero muchos de ellos son de un nivel inferior al esperado y eso provocará que haya más partidos entre escuadras poco atractivas. [La UEFA necesitaría más de 1.000 bolas y 3 horas para llevar a cabo el sorteo de la nueva Champions] Al inspeccionar el calendario de cada uno de los grandes equipos de esta Champions League, resulta que tienen dos o como mucho tres encuentros contra rivales de enjundia, choques que generarán gran atracción, pero que los otros cinco o seis choques tendrán mucho menos interés. Es decir, que va a haber más partidos en busca del interés económico, pero menos lucidez en muchos de ellos. Basta con repasar el calendario del vigente campeón, el Real Madrid, con tres partidos atractivos ante Liverpool, Milan y Dortmund, y otros cinco de mucho menos postín contra Atalanta, Salzburgo, Lille, Stuttgart y Brest. Habrá partidos atractivos desde la primera jornada, pero el coste de oportunidad rebaja la competitividad global. Pues, salvo hecatombre, los grandes equipos no caerán en la primera fase. Muchas novedades, mucha confusión en torno a la nueva Champions League, y un resultado que amenaza con desvirtuar la mejor competición de clubes del mundo.